Ingredientes:
750 gr. de sémola de trigo fina
250 gr. de harina de trigo sin leudar
20 gr. sal fina
8 a 10 unidades de huevos
Preparación:
Se tamiza la harina y la sémola
directamente sobre la mesada previamente limpia y se forma en una fontana o un
volcán, se le agrega en el centro la sal, el aceite y los huevos enteros (pueden estar ligeramente
batidos), se disuelve bien la sal en los huevos y se va incorporando lentamente
la harina comenzando por el centro de la fontana, se amasa hasta que esté
completamente incorporado el huevo a la harina, no se debe amasar demasiado,
solo hasta que la masa no se pegue a la mesa ni a los dedos.
Posteriormente se divide la masa en bolas
de 80 gr. aproximadamente y se reservan en dentro del frio (refrigeración) en bolsas o fundas plásticas previamente
enharinadas, se dejan reposar de 20 a 30 minutos.
Transcurrido este tiempo, se retiran del
frío, se enharina la mesada y se procede a estirar la masa trabajándola siempre
en el mismo sentido hasta obtener una forma rectangular, cuando este lo
suficientemente delgada nos ayudamos con el procesador de pastas para ir
bajando el espesor de la pasta poco a poco, las láminas resultantes se reservan
en una placa con papel encerado y se dejan secar por unos minutos, para
posteriormente cortarlas según lo indique la receta.
Todas las pastas frescas artesanales deben
ser secadas posterior a que son cortadas según lo indique la preparación, esto
es previo a su cocción, la cual se realiza en abundante agua caliente (entre 8
y 10 lt.), estas pastas son sumamente delicadas y no deben ser recalentadas, se
deben cocinar al momento que van a ser consumidas, su cocción es muy rápida, en
muchos de los casos menor a dos minutos para las pastas de cortes pequeños o
muy delgados.
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